Adivina tu fisiología con el diagnostico del iris. La Iridiología es la ciencia que ayuda a revelar desequilibrios patológicos y funcionales del organismo por medio de líneas, manchas y decoloraciones que afectan la trama del iris.
El iris es la parte pigmentada del globo ocular que conecta directamente al encéfalo, vía primer par craneal. Es por este motivo que los trastornos orgánicos se reflej
an en él, aunque no es la única parte refleja del organismo, también encontramos: la oreja, la mano y el pie, utilizados desde hace muchos siglos por la medicina oriental.
Muchas veces la iridología puede parecer extraña e incluso mágica, pero en realidad, todo tiene que ver con su conexión con los nervios. Cuando hay un estado de alteración en cualquier órgano del cuerpo, inmediatamente se manifiesta en el iris, expresándose con simbolismo que se refleja en las fibras del mismo, naturalmente no es que veamos el órgano dañado, pero un área del iris sufre una alteración que corresponde a la zona del cuerpo donde se localiza dicho órgano.
EL DIAGNOSTICO
Cuando hablamos de hacer un diagnóstico por el iris, a menudo solemos confundirlo con los diagnósticos de tipo médico. En el iris no podemos ver enfermedades, pero sí los órganos que no están trabajando de un modo correcto. De modo que en iridología, el iris se convierte en el vehículo transmisor entre el cuerpo y el iridológo/a para que éste pueda reconocer el estado de los órganos del paciente. La iridología no es la respuesta a todas las preguntas, no nos revelará la enfermedad exacta, pero si la orientación patológica, tampoco es tan importante poner un nombre a una enfermedad, si no ver al paciente de forma holística.
LA TÉCNICA
El iridólogo/a utiliza un iridoscopio y observa la estructura del iris para determinar la fortaleza del cuerpo, estudia y analiza los diferentes cambios (manchas, colores, fibras) en la parte del pigmento del iris, así como la pupila con su alteración de la forma en función de la patología del órgano.
Puede ser una herramienta de gran alcance (no es invasiva) para optimizar la intervención médica destinada a hacer de la prevención y el diagnostico precoz.
SIGNIFICADO DE LOS COLORES
Los diferentes colores del iris determinan constituciones de diferentes tipos y subtipos cada uno de ellas y tienen una tendencia distinta a enfermar, e incluso a sanar.
Se diferencia tres clases de constituciones, aunque existen más de 30 subtipos, en este artículo veremos las tres constituciones básicas.
Iris constitución linfática
CONSTITUCIÓN LINFÁTICA
Está constituida por iris azules y grises y la tendencia patológica es:
Irritación de garganta, nariz y oídos.
Problemas broncopulmonares.
Irritación de mucosas.
CONSTITUCIÓN HEMATÓGENA
Son iris marrones, cuyo color va desde el color avellana hasta los más pigmentados. La tendencia patológica es:
Desordenes glandulares.
Tendencia a la obesidad.
Problemas tiroideos.
Alteración endocrina.
CONSTITUCIÓN MIXTA
Hay muchos iris mixtos, presentan una capa pigmentaria débil sobre una base azulada y en otros se verá una base verde. En estos iris la tendencia patológica:
Artritismo.
Problemas hepáticos y biliares.
Trastornos metabólicos.
DE GRAN AYUDA
Utilizada correctamente, la iridología es una herramienta de diagnóstico de las posibles patologías que el individuo puede desarrollar a lo largo de su vida, y a través del paralelismo entre la densidad de las fibras y la respuesta o resistencia a las enfermedades que presenta una persona, se puede pronosticar de qué modo va a responder ante ellas y como le puede afectar meses o años más tarde.
Los diferentes signos en el iris, pueden ser un aviso previo para evitar una seria y prolongada enfermedad, por ello, un examen general de salud debería incluir una revisión con un iridólogo/a. Mediante la observación se pueden llegar a ver cosas tan importantes como:
El estado del sistema gastrointestinal.
El sistema circulatorio.
Un estado hipo o hiperfunción glandular.
Revela cuando empezará una crisis curativa.
Revela acumulación de drogas.
Un estudio de iridología debería ir acompañado de una historia clínica, al igual que un estudio de radiología no es suficiente por sí solo. Por ello es recomendable en la revisión anual incluir una visita al iridólogo.
LOS TRES PRINCIPIOS DE LA CURACIÓN
El organismo debe tener un torrente sanguíneo sano, porque sin esto, el cuerpo no puede tener una estructura celular sana y como la vida de la célula depende de la sangre, ésta debe mantenerse pura y libre de toxinas.
La sangre debe circular con rapidez suficiente para llegar a todos los órganos y pueda proveer a todas las estructuras celulares, dando así la oportunidad de reconstruir y reparar el cuerpo tan rápidamente como se requiera.
Proporcione al cuerpo un descanso necesario, ya que esto alivia el cuerpo, es natural que una persona enferma sienta deseos de acostarse, ya que este proporcionará una recuperación a su sistema
La única manera de obtener buena una curación es dejando que actúe la naturaleza, nutriéndose con alimentos sanos y naturales, descansando lo debido, estimulando la circulación por medios sencillos, como el ejercicio físico y la ayuda de la fitoterapia.
Mª Magdalena Bacete
Artículo extraído de Barcelonalternativa (temática de conciencia)
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