jueves, 22 de octubre de 2015

EL MARAVILLOSO BUKOWSKI, ESCRITOR IRREVERENTE, LOCO, GENIAL......

Ante el público, Charles Bukowski se presentaba como un bastardo nacido en Andernach, Alemania, el 16 de agosto de 1920. Nunca ocultó el odio que sentía hacia su padre, Henry, por la infinidad de golpizas que recibió de su parte. Para no resentir los moretones que le quedaban en la espalda, en las piernas y en las nalgas, el niño Bukowski se acostumbró a dormir boca abajo. De su madre, Katharina Fett, no se expresaba mejor: aseguraba que la quiso, pero no evitó señalarla como una mujer con poco instinto materno y, sobre todo, ciega ante la mediocridad de su esposo.
Charles —o Henry, como también lo llamaban— por un impulso de sobrevivencia a su propia mala racha, decidió convertirse en escritor y comenzó por el camino de los relatos breves. Varios de ellos terminaron en el bote de basura, devueltos por editores a los que su prosa no les decía nada. Supo que viviría de escribir cuando logró colarse en la portada de la revista Story, editada por Whit Burnett. Tenía 24 años y ahí estaba, en las mismas páginas que Henry Miller, Genet, Sartre y García Lorca. A este primer paso fuerte le siguieron muchos más hasta que llegó la época de los tambaleos y la caída al pozo. Diez años en silencio, mirando las paredes de cuartos pequeños y sucios, durmiendo en la calle, quemando la garganta con vino barato, dejando la vida en empleos insoportables. No soportó verse a sí mismo en medio de la derrota. Compró una máquina de escribir y la aporreó todas las noches: no tocaba la cama sin antes haber terminado cinco o seis poemas; en esos días estaba divorciado de los cuentos. Bukowski estaba vivo de nuevo: escribía “con un estilo muy sencillo y decía todo lo que me venía en gana”. Y así continuó, con la fachada de hombre duro y con la piel de escritor libre hasta el día de su muerte, el 9 de marzo de 1994.
Charles Bukowski publicó novelas (Pulp, La senda del perdedor), relatos (Hijo de Satanás, Música de cañerías), poemas (Guerra sin cesar, Poemas de la última noche de la Tierra) y columnas periodísticas (Escritos de un viejo indecente), de los cuales se desprenden frases centelleantes en los temas que para él eran sustanciales: la escritura, la poesía, los libros, el vino, la derrota, el hipódromo, los caballos, las mujeres, el amor, la vida, la muerte. Lo que sigue es una selección de aforismos poco conocidos que Bukowski alguna vez escribió en su Smith Corona, con la botella de vino a su izquierda y Mozart sonando en la radio a su derecha.
•          El mundo me ha dado forma y yo he dado forma a lo que he podido.
•          Si no podemos salvar el mundo, al menos sepamos lo que es, dónde estamos.
•          Las dos cosas más importantes de la vida, después de todo, son evitar el dolor y dormir bien por la noche.
•          La realidad es un acto cínico.
•          Los milagros en vida ocurren y mayormente ocurren sin hacer ruido.
•          El hombre está hecho para la derrota.
•          Los hombres cambian, y el cambio no siempre es para mejor.
•          Cuanto mejor llega a ser un hombre más lo envidian y, a su vez, lo detestan.
•          Tengo la teoría de que si eres amable contigo mismo serás más amable con el prójimo, en cierta manera.
•          Si quieres averiguar quiénes son tus amigos puedes hacer dos cosas: invítalos a una fiesta o vete a la cárcel. No tardarás en descubrir que no tienes amigos.
•          La absoluta fealdad e indiferencia de los peores rasgos de la humanidad afloran en sus costumbres al volante.
•          La humanidad tiene múltiples debilidades, pero dos de las más importantes son: la incapacidad de llegar a tiempo y la ineptitud a la hora de cumplir promesas.
•          La mejor regla en cualquier situación determinada es hacer lo que quieras hacer.
•          Yo pago los impuestos para que me sirvan, no para que me acosen.
•          Si tienes que comprar algo, paga al contado y compra sólo cosas de valor, nada de chucherías ni artilugios.
•          Todo lo que poseas debe caber en una maleta; entonces tu mente será libre.
•          Es cierto que cuanto más rica se hacía la gente menos humana se volvía.
•          El trabajo también aplaca a los hombres, les da algo que hacer.


•          Soy uno de esos hombres bochornosos que no tienen postura política.
•          Imagino el día en que prácticamente todos los seres humanos, por sentido común, rechacen deliberadamente hacer daño/causar dolor/matar a sus congéneres.
•          Hemos brutalizado la tierra más que cualquier ejército.
•          Yo soy un fotógrafo de la vida, no un activista.
•          Creo que los tiempos son mucho más duros de lo que nos dice el gobierno.
•          Todo tu pensamiento no debe hacer hincapié en cómo destruir un gobierno, sino en cómo crear otro mejor.
•          En todo movimiento hay oportunistas, tipos que se mueren por echarle mano al poder, lobos disfrazados de Revolucionarios.
•          Antes de enfrentarte a las tropas en la calle, DECIDE y SABE con qué vas a sustituirlos y por qué.
•          El mundo entero funciona por miedo.
•          Es más fácil abandonarse al jazz a guisa de rebelión que irse a otro país o cambiar de dios.
•          La paz es tan propiciatoria como una campana en domingo. No componen himnos nacionales acerca de la paz y las chicas no se te desnudan delante por la paz.
•          La paz no suplica nada salvo cumplirse.
•          Un hombre es capaz de llegar más lejos por cualquier poema que por cualquier mujer jamás nacida.
•          Las personas no viven juntas, mueren juntas y al mismo tiempo mueren por separado.
•          Cuando las mujeres se muestran de acuerdo conmigo, siempre hago lo contrario.
•          Las mujeres parecían una parte de todo lo demás: se ponían un precio a sí mismas y obtenían un precio, pero desde la sensibilidad de mi mirada y del alma que poseía me daba la impresión de que todas hacían exigencias que iban más allá de su valor.
•          Las mujeres, por naturaleza, se sienten atraídas por la Mentira. Tanto es así que acaban por casarse con la Mentira para siempre.
•          Las conquistas sexuales por lo general ocurren, no se persiguen.
•          La amabilidad es una mala motivación, sobre todo cuando tiene que ver con el matrimonio o la literatura.
•          El único tiempo que simplemente puede cederse es el tiempo para el Amor.
•          Quizás sí necesitamos lagrimillas por todas las chicas encantadoras que envejecieron, la cerveza derramada, las peleas en el patio delantero por nada salvo la ebriedad de nuestro triste amor.
•          Siempre es bueno saber que puedes vivir sin una persona sin la que pensabas que nunca serías capaz de vivir.
•          Quítale el amor y la mitad de la obra de un artista se va al carajo.
•          Con las pocas personas que conozco, finjo ser el tipo duro pero no engaño a nadie.
•          Soy una criatura nocturna. Las mañanas no me sientan bien.
•          Vivo a costa de la suerte. Me nutre.
•          Cuanto más fuerte sea el hombre, más solo estará.
•          La soledad era mi as, la necesitaba para hinchar la realidad.
•          Somos las mariposas de un mal verano.
•          Hemos simulado tener alma sin tenerla en absoluto.
•          Uno se cansa de darse cabezazos contra molinos de tiempo.
•          El derecho a suicidarse debería estar a la altura del derecho a amar.
•          Hay días en los que uno se siente un tanto distinto. Las cosas no acaban de encajar.
•          La tristeza se vuelve tan intensa que se convierte en otra cosa, como un vaso de cerveza.
•          Me precipité hacia mi dios personal: la SENCILLEZ.
•          Me resulta difícil encontrar héroes a estas alturas, así que tengo que crear mi propio héroe: yo mismo.
•          La vida puede acabar tan de repente… Nunca conseguimos sacar todo el partido a nuestros momentos. Qué triste.
•          He envejecido aprisa por culpa de la gente con la que me topo una y otra vez.
•          El infierno linda con todas partes.
•          Los muertos son fáciles de encontrar, están todos en cualquier lado: lo difícil es encontrar a los vivos.
•          La muerte, al cabo, es una lata, no es más que bajar una persiana; no nos morimos todo a la vez, por lo general, sino trozo a trozo, poco a poco.
•          La realidad no es nada salvo la mugre de siglos.
•          El mundo siempre tiene peor aspecto antes de mediodía porque hay demasiadas personas ambiciosas con energía aún por quemar.
•          Una de las ventajas de beber: no tienes que hablar con la botella.
•          Un hipódromo es un lugar adonde ir para no quedarte mirando las paredes.
•          Sin el hipódromo y unas cuantas copas de vez en cuando, la vida podía volverse muy oscura y absurda.
•          Para mí el hipódromo es lo mismo que la plaza de toros para Hemingway: un lugar donde estudiar la muerte y el movimiento y tu propio carácter o la falta del mismo.
•          No llegues al hipódromo después de vértelas con el tráfico en el último momento.
•          No vayas al hipódromo con el dinero justo o con dinero prestado o con el dinero del alquiler o de la comida.
•          El hipódromo no es el lugar adonde ir a resolver los problemas.
•          La multitud se equivoca siempre, por eso la mayoría de los coches del hipódromo tiene más de cuatro años.
•          Un hombre capaz de apostar a los caballos puede hacer todo aquello que se proponga.
•          Para apostar a los caballos como es debido hace falta un carácter definitivo.
•          No vayas al hipódromo un día tras otro. Es como ir a una fábrica, te hartarás y te volverás soso y estúpido.

          ¡La biblioteca! Mi único hogar.
•          En los tiempos en que creía que era un genio y me moría de hambre y nadie me publicaba solía desperdiciar mucho más tiempo en las bibliotecas que ahora.
•          Allí estaba sentado en la biblioteca, con el conocimiento de generaciones a mi alcance y sin el más mínimo valor a mis ojos, y ni una sola voz viva en el mundo que hubiera dicho nada.
•          La manera que tenía de encontrar un buen libro era abrirlo y mirar la forma del texto impreso en la página. Si la forma del texto impreso tenía buena pinta, leía un párrafo. Si el párrafo se dejaba leer, me leía el libro.
•          Necesitaba leer algo que me ayudara a sobrellevar el día, a cruzar la calle, algo a lo que agarrarme.
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•          Yo no aconsejaría a nadie que se haga escritor, a menos que escribir sea lo único que te impide perder la cordura.
•          He creado la imagen del eterno borracho en alguna parte de mi obra y hay una realidad menor tras ello.
•          La vida dura dio pie a la frase dura y por frase dura me refiero a la frase auténtica desprovista de ornamentos.
•          Soy un genio y no lo sabe nadie más que yo.
•          Soñé durante toda la vida con ser escritor y ahora los dioses me tienen acorralado.
•          Escribir es, al cabo, el único camino que me queda, y si me queman en la hoguera no me consideraré un santo.
•          Bebo todas las noches hasta por la mañana temprano, escribo mis poemillas y mis relatos indecentes, sigo intentando dar con el objetivo.
•          Mi máquina de escribir era mi ametralladora y estaba cargada.
•          Me niego a recitar en público, convencido de que no es más que una bajada de pantalones ante la adulación del público y mina lo que me queda de alma.
•          Bebo; se me cae la cabeza encima de la máquina; ésa es mi almohada.
•          Mi primer error fue imaginar que podía escribir muchas horas al día todos los días. Uno puede escribir así, pero obtendrá material diluido y forzado.
•          Bukowski, ¿si dieras un curso de escritura qué les pedirías que hicieran?
            Los enviaría al hipódromo y les obligaría a apostar cinco dólares en cada carrera.
•          Necesitaba emborracharme de palabras, pero en vez de ello tenía que recurrir a la botella.
•          Si algo odio, son los críticos literarios.
•          Que te odien por tu obra implica cierta libertad.
•          Sentarse con una botella ante la máquina de escribir, no es la manera más fácil de atravesar el horror.
•          Me gustan las palabras. Podría hacerlas bailar cual coristas o podría usarlas como balas de ametralladora.
•          Quería ganar dinero escribiendo porque me gustaba beber por la noche y no me gustaba levantarme por la mañana.
•          He decidido a tiempo que la poesía es la forma más breve, dulce y explosiva.
•          Nosotros, que escribimos la poesía de la Vida, muchos de nosotros estamos muy cansados, tristes y hartos y casi derrotados (aunque no del todo).
•          Si eres buen poeta, te sugiero que aprendas a ser buen amante también.
•          Hubo un tiempo en que pensé que la poesía iba a mantenerme vivo.
•          La auténtica prueba de la poesía es que le sirve a cualquier hombre en cualquier parte.
•          Un poeta sencillamente está agudizado de más. La naturaleza de su arte hace que la supervivencia resulte casi imposible.
•          Al público poético hay que respetarlo, y rehusarlo…
•          Mi contribución consistió en relajar y simplificar la poesía, hacerla más humana.
•          Nunca lo había dicho pero ahora estoy lo bastante ciego mientras escribo como para quizás decir que Ginsberg ha sido la fuerza de mejor augurio en la poesía americana desde Walt.
•          Lo único que pido [para el artista] es que nos dejen en paz en la dicha y el horror y el misterio de nuestro trabajo.
•          El artista debe estar siempre en movimiento, un paso por delante de los conformistas.
•          El público Artístico es siempre indecente. Admira a un hombre por su manera de vivir en vez de por lo que produce.
•          La mayor parte de los genios son aburridos la mayor parte del tiempo hasta que están listos para explotar en su arte.
•          Los escritores no son más que mendigos con una buena frase de presentación.
•          Los escritores medio muertos de hambre viven peor que los vagabundos en callejones de mala muerte. Y eso es porque necesitan dos cosas: cuatro paredes y estar a solas.
•          Casi sin excepción nuestros escritores —cualesquiera que sean— son las criaturas más débiles de nuestra existencia posando como mártires, visionarios, directores, dioses.
•          Los malos escritores suelen creer más en sí mismos que los buenos.
•          Un buen escritor sólo tiene que hacer dos cosas bien: vivir y escribir, y ya lo tiene todo hecho.
•          Si un escritor consigue aguantar lo suficiente y si no tiene nada en absoluto, se abrirá camino.
•          Ser escritor es dañino y difícil. Si tienes talento puedes abandonarte para siempre mientras duermes por la noche.
•          Un escritor tiene que seguir rindiendo, alcanzando grandes cuotas, o se verá desahuciado.
•          La vida del escritor es difícil. Una vez que te acostumbras a escribir, ya no sirves para nada más.
•          Lo que necesitan los que quieren ser escritores es situarse en un área de la que no puedan salir por medio de maniobras flojas y sucias.
•          Como es natural, en tiempos duros un escritor debe hacer las veces de cobrador también.
•          Los mayores detractores no saben escribir en absoluto.
•          Cuando te das cuenta de que los editores son los responsables de lo que leemos, entonces ves la clase de infierno literario en que nos vemos obligados a vivir.
•          Es el arte definitivo, este escribir la palabra, y la razón para el valor reside ahí por completo, es la apuesta mayor que ha existido y no muchos ganan.
•          La escritura llega cuando le viene en gana. No se puede hacer nada al respecto.
•          La buena escritura no es más que intentar abrirse paso a través de un muro de acero.
•          El acto de escribir la Palabra es el acto del milagro, la salvación, la suerte, la música, el seguir adelante.
•          Escribir supone crear y esperar. El correo es lento y el sueldo escaso.
•          Para fijar la palabra como es debido, hace falta coraje, ver la forma, vivir la vida y fijarla en la frase.
•          Escribir, al cabo, llega a convertirse en un trabajo sobre todo si intentas pagar el alquiler y mantener a tu hija con eso.
•          No puedes escribir sin vivir y escribir todo el rato no es vivir.
•          No se puede exprimir más escritura de la vida de la que hay.
•          El lenguaje de un hombre se deriva de dónde vive y cómo.
•          El genio podía ser la capacidad para decir algo profundo de una manera sencilla.
•          Hay momentos, días, semanas sin palabra, sin sonido, como si todo se hubiera desvanecido.
•          El estilo no sólo se desarrolla a través de un método, se desarrolla por medio del sentimiento.
•          El estilo supone no escudarse en absoluto.
•          El estilo supone un hombre con miles de millones de hombres en torno.
Fuentes: Fragmentos de un cuaderno manchado de vino. Relatos y ensayos inéditos (1944-1990), Anagrama, Barcelona, primera edición, 2009; Ausencia del héroe. Relatos y ensayos inéditos (1946-1992), Anagrama, Barcelona, primera edición, 2012.
Kathya Millares
Editora.

Fuente: www.nexos.com.mx

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