La guía incluye los principales complementos necesarios para garantizar el éxito de los primeros cuidados con la colonia de abejas melíferas, así como la seguridad del apicultor principiante.
Ahumadores para trabajar con los panales sin que las abejas se concentren y muestren su nerviosismo, alimentadores, rasquetas, cepillos de desabejar, peines de desopercular, equipo de protección, etc., pueden improvisarse o adquirirse por Internet.
El complemento imprescindible, sobre cuya adquisición es necesario contactar (a través de Internet o mediante una tienda o asociación local) con algún experto, es una o varias abejas reina fecundadas, así como la colonia inicial de abejas melíferas.
También es posible transportar una colonia silvestre a la colmena, o atraer algunos ejemplares silvestres incorporando algún panal con cera de abejas en el interior de la colmena, ya que el olor atrayente facilitará la posible exploración de enjambres silvestres.
1. Colmena horizontal (top-bar)
La colmena horizontal tiene una capacidad limitada, ya que su diseño impide agregar alzas y, por tanto, añadir panales adicionales a medida que la colonia se reproduce.
Por la sencillez tecnológica de su diseño, muchos expertos recomiendan su uso entre nuevos aficionados a la apicultura, que pueden confeccionar su propia colmena (a partir de foros y manuales electrónicos, por ejemplo) sin conocimiento ni más inversión que el tiempo y los materiales. Nuestro amigo Sami Grover, redactor de TreeHugger, expone las ventajas principales de las colmenas horizontales (top-bar), muy extendidas entre apicultores artesanales, sobre todo en África.
El diseño horizontal abarata el diseño, no requiere el uso de panales con marco, es más fácil de manipular y produce más cera, debido a que el panal es exprimido para extraer la miel.
Por contra, el diseño horizontal produce menos miel y el panal no es del todo uniforme, lo que dificulta mover e intercambiar panales según la evolución y necesidades de la colmena.
Asimismo, los panales son más frágiles, especialmente en entornos con fluctuación térmica, inviernos fríos y heladas frecuentes.
2. Colmena Lusitana
La Lusitana es una de las colmenas verticales más compactas, fácil de conseguir (nueva o usada) en la Península Ibérica, debido a su uso en el norte de Portugal.
La cámara de cría tiene unas dimensiones de 37x38x31 centímetros, y el alza cuenta con la mitad del grosor (37x38x16 cm), por lo que es un diseño indicado para climas lluviosos (la colonia se refugia en panales concentrados en poco espacio) y entornos reducidos, como balcones o terrazas.
Pese a su pequeño tamaño, un alza llena alberga 13 kilogramos, entre miel y cera. Su capacidad total alcanza los 43,5 litros y es capaz de albergar una colonia de 50.000 abejas.
3. Colmena Layens
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, varios apicultores introdujeron mejoras técnicas en la colmena vertical popularizada coincidiendo con el advenimiento de la Ilustración.
Georges de Layens, su inventor, modificó en 1874 el tamaño de una colmena de cuadro móvil para incrementar la superficie de los cuadros, o estructura de madera que soporta los panales.
Gracias a esta modificación, las colmenas layens son capaces de albergar colonias de hasta 70.000 abejas, las más numerosas, lo que repercute en la productividad de cada colmena y ha facilitado la expansión de su uso.
La producción española de miel depende en buena medida de este tipo de colmena, cuya caja contiene 12 cuadros. No emplea alzas melarias, lo que facilita su transporte, siguiendo la floración de las distintas especies.
4. Colmena Dadant
Diseñada por el estadounidense Charles Dadant, el tamaño de sus cuadros, sólo más pequeño que los de la colmena Layens, se convirtió en estándar de facto en muchos países.
Cuenta con 11 cuadros en la cámara de cría, mientras la adaptación de la Abadía de Buckfast dispone de 12 cuadros. Alberga hasta 65.000 abrjas y su capacidad sólo es superada por las colmenas Layens con varias alzas. Se requiere un cierto conocimiento para poder manipular la cámara de cría y las distintas alzas, cuyo peso, sobre todo cuando las abejas han conformado los panales, dificulta el acceso a los distintos pisos.
5. Colmena Langstroth
El apicultor estadounidense Lorenzo Langstroth patentó esta colmena vertical en 1852. Su adopción multiplicó la producción de miel en Norteamérica y Europa,
debido a la facilidad para manipular sus cuadros y alzas móviles. El cuadro móvil facilita el manejo y permite dividir en dos la colmena y, a medida que aumenta la colonia de abejas y se aumentan las alzas, es posible incrementar la cámara de cría y el espacio de acumulación de la miel. Al ser articulada, la colmena Langstroth facilita la maniculación de las alzas, que pueden ser recolocadas para producir miel tras un vaciado. Su carácter articulado no repercute sobre la protección de la colonia, debido a su tamaño, algo más compacto que las colmenas Layens y Dadant. Sus cuadros son más pequeños y alberga hasta 45.000 abejas, y sus 42,5 litros de capacidad distan de los 54 de la D
adant. Pese a ello, muchos apicultores creen que la Langstroth es la mejor colmena vertical por su modularidad y facilidad de manipulación.
6. Colmena Warré
Desarrollada por el monje francés Émile Warré (1867-1951), es una colmena ideada para el manejo racional de las colonias, consistente en separar la miel sin afectar la cría.
Utiliza barras superiores, lo que permite mantener las alzas separadas; al contar con más piezas, su fabricación y mantenimiento son más concienzudos. Eso sí, las piezas adicionales mejoran las condiciones de habitabilidad de las colonias, lo que repercute sobre la producción de cera y miel. La colmena Warré fue desarrollada para reducir el carácter intrusivo de las colmenas verticales y otorga a la colonia la libertad de confeccionar sus propios panales, además de mejorar la ventilación.
Con estos cambios, Warré respondía al declive de la población de abejas melíferas que había observado en Francia desde su juventud. Alcanzó la versión definitiva de la colmena, descrita en su libro L'Apiculture pour tous después de experimentar con 350 diseños.
El diseño definitivo toma las ventajas de la colmena horizontal (mayor libertad y confort para las abejas) y la vertical (modularidad, capacidad de ampliación, aumento de la producción). Su uso es especialmente indicado en climas fríos, debido a la retención térmica de sus compartimentos, y sólo se abre una vez al año: durante la cosecha.
Nuevos diseños
7. Beehaus (Omlet)
Varias compañías y diseñadores independientes han desarrollado sus propias colmenas, dirigidas a un público urbano principiante. La pequeña empresa británica Omlet comercializa Beehaus, una colmena compacta y horizontal que, por su exterior de plástico pulcro y compacto, ha sido llamada "el Mac de las colmenas".
Beehaus es, según Omlet, una colmena de plástico para el conservacionista urbano, dispuesto a dedicar un rato de su tiempo libre para cuidar de su colonia de abejas melíferas y, como recompensa, obtener una cosecha propia de miel ecológica sin moverse de casa.
La colmena incluye cuadros de colmena estándar y facilita su manipulado, menos disruptivo para las abejas, lo que facilita el trabajo del apicultor principiante.
Cuenta con dos aperturas, una a cada extremo de su forma rectangular y horizontal, y hay espacio suficiente para acomodar hasta 22 cuadros. Cuando la colonia se expande, el interior ha sido desarrollado para que el apicultor opte por expandir la colonia (y, por ende, la producción de miel y cera); o dividirla en dos para empezar una segunda colonia.
El triple aislamiento de la cámara interior mantiene la temperatura en la colonia durante todo el año.
8. Andrew Riiska Beehive (100xBTR)
El estudio de diseño de Los Ángeles 100xBTR ha colaborado con el diseñador Andrew Riiska para confeccionar una colmena que rememora la apicultura tradicional japonesa.
La colmena, de madera, cuenta con varios pisos y una estructura alargada, con un diseño áspero y minimalista, siguiendo los preceptos del diseño tradicional wabi-sabi (sencillez rústica), también presentes en los jardines impermanentes del país asiático.
El diseño emula la producción de miel de las colonias silvestres, siempre vertical. El estudio de diseño de Los Ángeles usó una máquina de impresión y modelaje CNC para grabar en el exterior un logotipo compuesto por varias celdas hexagonales.
9. Colmena colgante (Seungjae Oh)
El diseñador Seungjae Oh se inspira en los diseños de la naturaleza (biomimesis) para crear una colmena con materiales biodegradables, cuya forma emula los enjambres colgantes que algunas abejas melíferas conforman en los árboles. Tanto el aspecto exterior como el diseño interior adoptan formas ásperas y naturales, convirtiendo la colmena en un elemento de diseño en un balcón o terraza.
10. BeeCrib (Victoria University, Nueva Zelanda)
Un grupo de estudiantes de diseño de la Universidad de Victoria en Nueva Zelanda ha creado BeeCrib, una pequeña colmena horizontal con patas que, de ahí su nombre (cuna de abejas), recuerda a una cuna tradicional de madera. BeeCrib que puede ser imprimida en material reciclable por una máquina CNC (impresión 3D). Su diseño, de código abierto, puede "imprimirse" y montarse sin cola, usando servicios de impresión de objetos y muebles bajo demanda como Ponoko.
BeeCrib incluye un tablero inferior desmontable para el monitoreo, ventanilla de observación y aperturas intercambiables. Futuro
11. Urban Beehive (Philips, diseño conceptual)
Philips ha incluido en su casa conceptual Microbial Home una colmena urbana cuyo diseño, pulcro y futurista, evoca formas naturales (biomimética).
Urban Beehive es una colmena urbana en forma de crisálida o enjambre silvestre que incorpora en su reverso un pequeño espacio para una planta.
La idea de Philips es incluir la producción de miel en el interior de una vivienda urbana, integrada con la naturalidad de las plantas interiores.
En Microbial Home, Philips convierte el interior de la casa en un ecosistema interrelacionado, tomando ideas de la permacultura. Se trata, de momento, de un diseño conceptual.
Ahumadores para trabajar con los panales sin que las abejas se concentren y muestren su nerviosismo, alimentadores, rasquetas, cepillos de desabejar, peines de desopercular, equipo de protección, etc., pueden improvisarse o adquirirse por Internet.
El complemento imprescindible, sobre cuya adquisición es necesario contactar (a través de Internet o mediante una tienda o asociación local) con algún experto, es una o varias abejas reina fecundadas, así como la colonia inicial de abejas melíferas.
También es posible transportar una colonia silvestre a la colmena, o atraer algunos ejemplares silvestres incorporando algún panal con cera de abejas en el interior de la colmena, ya que el olor atrayente facilitará la posible exploración de enjambres silvestres.
1. Colmena horizontal (top-bar)
La colmena horizontal tiene una capacidad limitada, ya que su diseño impide agregar alzas y, por tanto, añadir panales adicionales a medida que la colonia se reproduce.
Por la sencillez tecnológica de su diseño, muchos expertos recomiendan su uso entre nuevos aficionados a la apicultura, que pueden confeccionar su propia colmena (a partir de foros y manuales electrónicos, por ejemplo) sin conocimiento ni más inversión que el tiempo y los materiales. Nuestro amigo Sami Grover, redactor de TreeHugger, expone las ventajas principales de las colmenas horizontales (top-bar), muy extendidas entre apicultores artesanales, sobre todo en África.
El diseño horizontal abarata el diseño, no requiere el uso de panales con marco, es más fácil de manipular y produce más cera, debido a que el panal es exprimido para extraer la miel.
Por contra, el diseño horizontal produce menos miel y el panal no es del todo uniforme, lo que dificulta mover e intercambiar panales según la evolución y necesidades de la colmena.
Asimismo, los panales son más frágiles, especialmente en entornos con fluctuación térmica, inviernos fríos y heladas frecuentes.
La Lusitana es una de las colmenas verticales más compactas, fácil de conseguir (nueva o usada) en la Península Ibérica, debido a su uso en el norte de Portugal.
La cámara de cría tiene unas dimensiones de 37x38x31 centímetros, y el alza cuenta con la mitad del grosor (37x38x16 cm), por lo que es un diseño indicado para climas lluviosos (la colonia se refugia en panales concentrados en poco espacio) y entornos reducidos, como balcones o terrazas.
Pese a su pequeño tamaño, un alza llena alberga 13 kilogramos, entre miel y cera. Su capacidad total alcanza los 43,5 litros y es capaz de albergar una colonia de 50.000 abejas.
3. Colmena Layens
Georges de Layens, su inventor, modificó en 1874 el tamaño de una colmena de cuadro móvil para incrementar la superficie de los cuadros, o estructura de madera que soporta los panales.
Gracias a esta modificación, las colmenas layens son capaces de albergar colonias de hasta 70.000 abejas, las más numerosas, lo que repercute en la productividad de cada colmena y ha facilitado la expansión de su uso.
La producción española de miel depende en buena medida de este tipo de colmena, cuya caja contiene 12 cuadros. No emplea alzas melarias, lo que facilita su transporte, siguiendo la floración de las distintas especies.
Diseñada por el estadounidense Charles Dadant, el tamaño de sus cuadros, sólo más pequeño que los de la colmena Layens, se convirtió en estándar de facto en muchos países.
Cuenta con 11 cuadros en la cámara de cría, mientras la adaptación de la Abadía de Buckfast dispone de 12 cuadros. Alberga hasta 65.000 abrjas y su capacidad sólo es superada por las colmenas Layens con varias alzas. Se requiere un cierto conocimiento para poder manipular la cámara de cría y las distintas alzas, cuyo peso, sobre todo cuando las abejas han conformado los panales, dificulta el acceso a los distintos pisos.
5. Colmena Langstroth
El apicultor estadounidense Lorenzo Langstroth patentó esta colmena vertical en 1852. Su adopción multiplicó la producción de miel en Norteamérica y Europa,
adant. Pese a ello, muchos apicultores creen que la Langstroth es la mejor colmena vertical por su modularidad y facilidad de manipulación.
Desarrollada por el monje francés Émile Warré (1867-1951), es una colmena ideada para el manejo racional de las colonias, consistente en separar la miel sin afectar la cría.
Utiliza barras superiores, lo que permite mantener las alzas separadas; al contar con más piezas, su fabricación y mantenimiento son más concienzudos. Eso sí, las piezas adicionales mejoran las condiciones de habitabilidad de las colonias, lo que repercute sobre la producción de cera y miel. La colmena Warré fue desarrollada para reducir el carácter intrusivo de las colmenas verticales y otorga a la colonia la libertad de confeccionar sus propios panales, además de mejorar la ventilación.
Con estos cambios, Warré respondía al declive de la población de abejas melíferas que había observado en Francia desde su juventud. Alcanzó la versión definitiva de la colmena, descrita en su libro L'Apiculture pour tous después de experimentar con 350 diseños.
El diseño definitivo toma las ventajas de la colmena horizontal (mayor libertad y confort para las abejas) y la vertical (modularidad, capacidad de ampliación, aumento de la producción). Su uso es especialmente indicado en climas fríos, debido a la retención térmica de sus compartimentos, y sólo se abre una vez al año: durante la cosecha.
Nuevos diseños
Varias compañías y diseñadores independientes han desarrollado sus propias colmenas, dirigidas a un público urbano principiante. La pequeña empresa británica Omlet comercializa Beehaus, una colmena compacta y horizontal que, por su exterior de plástico pulcro y compacto, ha sido llamada "el Mac de las colmenas".
Beehaus es, según Omlet, una colmena de plástico para el conservacionista urbano, dispuesto a dedicar un rato de su tiempo libre para cuidar de su colonia de abejas melíferas y, como recompensa, obtener una cosecha propia de miel ecológica sin moverse de casa.
La colmena incluye cuadros de colmena estándar y facilita su manipulado, menos disruptivo para las abejas, lo que facilita el trabajo del apicultor principiante.
Cuenta con dos aperturas, una a cada extremo de su forma rectangular y horizontal, y hay espacio suficiente para acomodar hasta 22 cuadros. Cuando la colonia se expande, el interior ha sido desarrollado para que el apicultor opte por expandir la colonia (y, por ende, la producción de miel y cera); o dividirla en dos para empezar una segunda colonia.
El triple aislamiento de la cámara interior mantiene la temperatura en la colonia durante todo el año.
El estudio de diseño de Los Ángeles 100xBTR ha colaborado con el diseñador Andrew Riiska para confeccionar una colmena que rememora la apicultura tradicional japonesa.
La colmena, de madera, cuenta con varios pisos y una estructura alargada, con un diseño áspero y minimalista, siguiendo los preceptos del diseño tradicional wabi-sabi (sencillez rústica), también presentes en los jardines impermanentes del país asiático.
El diseño emula la producción de miel de las colonias silvestres, siempre vertical. El estudio de diseño de Los Ángeles usó una máquina de impresión y modelaje CNC para grabar en el exterior un logotipo compuesto por varias celdas hexagonales.
9. Colmena colgante (Seungjae Oh)
10. BeeCrib (Victoria University, Nueva Zelanda)
Un grupo de estudiantes de diseño de la Universidad de Victoria en Nueva Zelanda ha creado BeeCrib, una pequeña colmena horizontal con patas que, de ahí su nombre (cuna de abejas), recuerda a una cuna tradicional de madera. BeeCrib que puede ser imprimida en material reciclable por una máquina CNC (impresión 3D). Su diseño, de código abierto, puede "imprimirse" y montarse sin cola, usando servicios de impresión de objetos y muebles bajo demanda como Ponoko.
BeeCrib incluye un tablero inferior desmontable para el monitoreo, ventanilla de observación y aperturas intercambiables. Futuro
Philips ha incluido en su casa conceptual Microbial Home una colmena urbana cuyo diseño, pulcro y futurista, evoca formas naturales (biomimética).
Urban Beehive es una colmena urbana en forma de crisálida o enjambre silvestre que incorpora en su reverso un pequeño espacio para una planta.
La idea de Philips es incluir la producción de miel en el interior de una vivienda urbana, integrada con la naturalidad de las plantas interiores.
En Microbial Home, Philips convierte el interior de la casa en un ecosistema interrelacionado, tomando ideas de la permacultura. Se trata, de momento, de un diseño conceptual.
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