domingo, 5 de octubre de 2014

ORGANOS INTERNOS Y LA RELACIÓN EMOCIONAL: INTESTINOS

El intestino o conducto intestinal es la continuación del duodeno y termina en el ano. Lo constituyen el INTESTINO DELGADO, que tiene una función esencial en la absorción de los nutrientes, y el colon (INTESTINO GRUESO), cuya función es mucho menor que la del delgado. Tiene la misión de completar la degradación de algunos residuos y de reabsorber el agua, lo que les da a las heces su consistencia característica. Es el depósito de los desechos del alimento, es decir, de Jo que el cuerpo no necesita.
Los problemas del intestino delgado son los TUMORES, el CÁNCER, la DIVERTICULITIS, la ENFERMEDAD DE CROHN y, a veces, la DIARREA.
Los problemas del colon son el ESTREÑIMIENTO, la DIARREA, los CÓLICOS, la COLITIS, los GASES INTESTINALES, los TUMORES, el CÁNCER, los CALAMBRES, la GASTROENTERITIS y los PARÁSITOS. Ver el problema específico en este libro, además de la siguiente definición.
Cuando se presenta un problema en el INTESTINO DELGADO, está relacionado con la incapacidad de la persona para retener y absorber bien lo que es bueno para ella de entre los acontecimientos de su vida diaria. Es una persona que se aferra mucho a los detalles en lugar de ver la situación globalmente. Aun cuando sólo una parte de lo que sucede no le convenga, su tendencia será de rechazarlo todo. Por una insignificancia teme carecer de lo necesario.
Un problema en el INTESTINO GRUESO se produce en la persona que tiene dificultad para deshacerse de viejas ideas o creencias que ya no le son necesarias (estreñimiento) o que rechaza demasiado rápido los pensamientos que podrían beneficiarle (diarrea). A menudo sufre contrariedades fuertes que le resultan imposibles de digerir.
Tu problema en los intestinos es un mensaje importante para que aprendas a nutrirte de buenos pensamientos en lugar de temores y pensamientos desvalorizantes. En tu mundo material tampoco necesitas creer en la escasez. Tienes que trabajar tu fe; tener fe en la presencia divina en ti y en el Universo que existe para ocuparse de todo lo que vive en este planeta, incluido tú. Debes dejar ir lo viejo que hay en ti para hacer lugar a lo nuevo.
El intestino es el centro de absorción e integración del alimento y de los alimentos como el de los pensamientos, los sentimientos y de mi realidad actual. Todo lo que me causa tristeza, temor, confusión, rebelión, vergüenza o cualquier otro pensamiento o sentimiento discordantes puede encontrar una liberación y crear problemas intestinales. La digestión se hace a este nivel, por lo tanto si tengo contrariedades y que me siento víctima de un “golpe bajo”, de una “mala jugada”, o que tengo la sensación que alguien me ha hecho “una mala pasada”, ¡tendré malestar en los intestinos porque no digeriré sencillamente! Estaré particularmente afectado si se trata de un miembro de mi familia que es el “cerdo”. Al poder digerir esta situación, se manifestará por un problema al nivel de mis intestinos. Si está afectado mi intestino delgado, puedo tener tendencia a juzgar las situaciones que se presentan a mí teniendo opiniones muy marcadas con relación a mis nociones de “bien” y “mal”. También tendré tendencia a tener la sensación de carecer de muchas cosas en mi vida. Los intestinos (en particular el intestino gordo) también están vinculados con mi habilidad a dejarme ir, a sentirme suficientemente en seguridad interiormente para ser espontáneo. Mis intestinos simbolizan el hecho de dejar circular los acontecimientos en mi vida. Puedo tener una necesidad muy fuerte de retener y controlar lo que me sucede. Me agarro a ciertas cosas, a personas o situaciones, incluso hasta vivir celos y posesividad y mis intestinos están congestionados por todo lo que retengo y que ya no es útil, pudiendo causar, entre otras cosas, el estreñimiento. Aprendo a ser autónomo y a decirme que tengo todos los recursos necesarios en el interior de mí para crear lo que quiero. ¡La única persona sobre quien puedo tener control, soy yo – mismo!

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